Nippy participará de la primera Cumbre de Innovación Social para la Migración 2021

Con el objetivo de dar a conocer todos los beneficios y oportunidades que ofrecen a la comunidad de trabajadores independientes, Nippy participará el próximo 4 de noviembre a las 11 hs del primer Summit de Innovación Social organizado por Hola América. Buenos Aires, noviembre de 2021. Nippy tiene un marcado compromiso por fortalecer el crecimiento de los trabajadores independientes, ofreciéndoles herramientas y beneficios para su desarrollo. En esta línea, participará el próximo jueves 4 de noviembre a las 11 hs de la primera Cumbre de Innovación Social para Migración realizada por “Hola América”. El encuentro busca dar a conocer diversos proyectos y su propuesta de valor con foco en los ejes de inclusión financiera, sostenibilidad, emprendedurismo, educación e innovación.  Hola América es un programa que busca fortalecer el ecosistema migratorio y acelerar proyectos innovadores que buscan solución a los desafíos que enfrentan las comunidades migrantes en Chile y Argentina. Es por eso que, en esta oportunidad, Nippy se suma al encuentro para dar a conocer todos los beneficios ofrecen a las personas que trabajan de forma independiente para aplicaciones móviles de delivery y mensajería, y reflexionar acerca de los desafíos con los que se enfrentan en la actualidad.  Por su parte, Diego Amondaray, CEO de Nippy comenta “Estamos muy contentos de participar del primer evento que reúne a toda una comunidad de agentes de cambio y que tiene foco en migración/refugio e innovación de la región. Desde Nippy queremos hacer un aporte a la realidad de las personas. Este espacio nos permite reflexionar y debatir acerca de las situaciones complejas que enfrentan las personas migrantes en la Argentina”  Frente a un contexto donde, tanto la movilidad individual como el delivery creció exponencialmente, y que cada año más de 12 millones de migrantes abandonan sus hogares en Latinoamérica en búsqueda de nuevas oportunidades y lugares para vivir, nace Nippy, la primera plataforma de beneficios y oportunidades para trabajadores independientes. Muchos migrantes encuentran sustento en las plataformas como conductores y/o deliverys, por eso Nippy surge con un marcado objetivo social y pretende apoyar y vincular a los migrantes con las comunidades receptoras afectadas por las crisis migratorias regionales.  “Apoyamos y valoramos estos espacios de dialogo que permiten intercambiar experiencias y generar movimientos para que cada vez seamos más lo que nos animamos a ser agentes de cambios. Desde Nippy buscamos impactar positivamente en la comunidad” concluyó Diego. Para participar del encuentro ingresa y regístrate en https://hopin.com/events/cumbre-de-innovacion-social-para-la-migracion-2021  Acerca de Nippy Nippy es la primera plataforma de Latinoamérica que ofrece beneficios y oportunidades para trabajadores independientes. El objetivo y misión de Nippy es mejorar la calidad de vida de las personas generando un impacto positivo en su vida.  La startup tiene presencia en Argentina, Chile y Uruguay.

Diego Amondaray, CEO y cofundador de Nippy: «Queremos ser el vehículo de inclusión financiera para el migrante y el trabajador independiente»

Nippy Co founder

Medio: Tekios | Ver original En Tekios conversamos con Amondaray sobre la creación de Nippy y de los planes que tiene la startup para convertirse en una vía para mejorar la calidad de vida de los trabajadores independientes, especialmente la de los migrantes venezolanos que hacen parte de la gig economy. Un trayecto en Uber en Buenos Aires, entre los barrios Palermo y Belgrano, a finales de 2018, determinó el presente de Amondaray y la creación de Nippy. Lo afectó profundamente conocer al conductor del automóvil, Luis Sequea, un venezolano que había tenido que migrar a Argentina sin su familia. Amondaray era un abogado laboral a punto de cumplir 40 años antes de ese encuentro, «de estudio jurídico, saco y corbata en tribunales, y pensamiento conservador», recuerda. Exitoso, sí, aunque insatisfecho con el camino que había tomado su vida. «Yo no sabía de qué se trataba la migración venezolana hasta que oí la historia de Luis (Sequea). Él había tenido que abandonar a su hijo y a su esposa, su profesión, para volver a comenzar alejado de sus afectos, a través de una actividad que desconocía y que hace parte de la gig economy. Entendí, entonces, que algo tenía que hacer, aunque todavía no sabía qué», rememora Amondaray. La historia de Sequea hacía visible para este abogado el drama de los venezolanos, al darle rostro, una historia y una identidad a un migrante más dentro de los 4 millones de gig workers que hay en América Latina. Reflexivo, Amondaray llegaba así a comprender que había una oportunidad de emprendimiento, y al mismo tiempo, de alcanzar un propósito para «recomenzar mi vida con algo más de sentido». Nippy se creó meses después como una tienda de empleo para migrantes, pero con el tiempo se transformó en una plataforma workertech que ofrece beneficios, oportunidades y asesoramiento para trabajadores independientes, especialmente para los migrantes venezolanos que viven en el resto de América Latina. La startup fundada por Diego Amondaray y su esposa, Florencia Moroni, fue reconocida hace poco por BID Lab como una de las empresas que hay que seguir dentro del grupo de empresas workertech. La empresa ofrece soluciones B2B y B2C y cuenta con alianzas con las plataformas más importantes de la región que hacen parte de la gig economy, como Rappi, Pedidosya, Uber. Conversamos con Amondaray, desde Córdoba, Argentina, donde están las oficinas centrales de Nippy y desde donde prepara el desembarco en Colombia y México en los próximos 6 meses. FREELANCERS –¿Cómo se transforma un abogado laboral, sin ningún bagaje tecnológico, en el fundador de una startup? -Yo siempre soñé con ser un emprendedor y siempre trabajé para mí mismo, pero fue después de que oí la historia de Luis (Sequea) que decido emprender este viaje. Yo no hubiese podido soportar la misma situación que él estaba atravesando. No me imagino abandonando a mi hija y a mi esposa. No creo que tenga la entereza para hacerlo. Y es a partir de ese encuentro que me doy cuenta de la existencia de la gig economy, y que había algo que hacer. Tuve que rodearme de gente muy preparada, que tuviera las skills que yo no tengo. Eso es fundamental, sobre todo si uno no viene de ese mundo. Aunque estoy totalmente convencido de que todo lo que me falta por ese lado, lo tengo en calidad humana y en el deseo de que esto siga a donde tiene que llegar. –¿Cómo fue el inicio? -Pronto me di cuenta de que toda esa masa migratoria venezolana venía sobre calificada y con el deseo de volver a comenzar. Entonces, armamos una tienda de empleo, una especie de consultora de recursos humanos, para conectar al migrante venezolano con oportunidades de trabajo en Argentina, Chile y Uruguay. En Chile hay medio millón de venezolanos; en Argentina más de 250.000; y en Uruguay más de 10.000. Al final, dejé mi profesión por este proyecto que en aquel momento no era nada claro. –¿Y cómo se transforma la tienda de empleo en lo que Nippy es hoy? -Después de llegar de un viaje por Chile entendí que no era escalable porque la empleabilidad estaba en detrimento. Ni hablar después con la pandemia. Entonces, decidimos dedicarnos al trabajo independiente. Pero en enero de 2020, dos meses antes de la pandemia, por una nota en una revista, fuimos convocados por Glovo de Latinoamérica, Centroamérica y Europa, entendiendo que mucha de la masa migrante, que era nuestro nicho, era parte de la gig economy. Glovo nos enseñó que había una oportunidad muy grande en la creación de Nippy for delivery. Glovo entendió, además, que nosotros podíamos ser el vehículo legal para que ellos pudieran seguir operando y generando beneficios para su masa de riders, sin estar involucrados de forma directa. Pero cuando estábamos por cerrar con ellos el proyecto donde iba a nacer Nippy, con un aporte de capital interesante, dos días después se venden todas las operaciones para Latinoamérica de Glovo. Quedamos absolutamente sin nada, aunque entendimos que Nippy tenía que cumplir una tarea para el futuro de la migración y el futuro del trabajo independiente. -¿De qué se trata esa tarea? -Nosotros podemos ser el nexo para que los trabajadores independientes, más de 70 millones de personas en todo el mundo, puedan tener acceso a beneficios que las apps no les pueden dar de forma directa. Así creamos a Nippy for delivery. Lanzamos la primer versión de la app y empezamos a traccionar desde cero. Luis Sequea, aquel conductor del Uber, fue el primer nipper (usuarios de Nippy), y como trabajador independiente pudo reencontrarse con su hijo y su esposa. Hoy viven juntos en Argentina. –¿No crees que esto es coyuntural, que el empleo volverá a la normalidad después de los efectos económicos de la pandemia? -Nippy aborda el segmento gig worker que en América Latina representa el 2% de la población empleada, que es más de 4 millones de personas, los que generan hasta tres o cuatro veces el salario mínimo vital y móvil. Estos no tienen un contrato de trabajo, es decir,

Cordobeses crearon una plataforma digital y están entre las 100 mejores startups globales

Medio: Womantime | Ver original La pareja fue seleccionada por la Global Entrepreneurship Network para representar a la Argentina en la Copa Mundial de Emprendedores Diego Amondaray es abogado, y su esposa, Florencia Moroni, docente. A comienzos de 2020, conmovidos por las historias de inmigrantes que llegaban a su ciudad, Córdoba, en busca de un futuro mejor, crearon Nippy, un portal de empleos con foco en este mercado. La mayoría de las ofertas laborales provenían de plataformas como Pedidos Ya, Rappi o Uber. Pero además de trabajo, lo que más necesitan los migrantes es asesoramiento para alquilar, abrir una cuenta bancaria o sacar un crédito para comprar una bicicleta. Esto los llevó a virar el negocio hacia la oferta de servicios de salud, asistencia legal y financiera. De este modo, Nippy se convirtió en una plataforma de servicios para trabajadores de la economía Gig (o «changas», en términos más criollos). «Somos la primera start-up de América Latina que aborda la problemática de los migrantes que trabajan en las aplicaciones de última milla», comenta Diego. Actualmente hay más de 4 millones de migrantes en la región, y la mayoría de ellos, solo acceden a empleos informales o en plataformas, sin la estabilidad y beneficios de un empleo fijo. «Desde la app de Nippy les ofrecemos cobertura de salud, descuentos en telefonía celular, asesoría legal, créditos para el acceso a bicis, motos y autos, garantías de vivienda y asesoramiento financiero», destaca el emprendedor. «Nosotros negociamos estos paquetes de beneficios con las distintas compañías y se los trasladamos a los trabajadores», detalla. En menos de un año, y en plena pandemia, la firma expandió sus operaciones desde Córdoba a todo el país, a Chile y a Uruguay y sus beneficios alcanzan a más de 220 mil trabajadores de aplicaciones. «La proyección para los próximos tres años es llegar a 30 países y facturar u$s1 millón anuales«, destaca el fundador de Nippy. La startup participará junto a Drixit -creadora de un EPP (elemento de protección personal) digital que previene y mitiga accidentes laborales a través de la digitalización de los procesos de seguridad-, en la Copa Mundial de Emprendedores Ambas firmas fueron seleccionadas por la Red Global de Emprendedores entre más de 1.700 emprendimientos de 200 países para representar a Argentina en la competencia mundial de emprendedores (EWC por sus siglas en inglés). El evento se realizará en Rihad, Arabia Saudita, del 14 al 18 de noviembre. César Poleo, de chofer de Uber a emprendedor, gracias a la app Historias al volante César Poleo es venezolano, tiene 33 años y lleva 3 en Argentina. Con estudios universitarios y un salario fijo que sin embargo no le alcanzaba para cubrir sus necesidades básicas, César decidió migrar en busca de un futuro mejor para su familia. Llegó solo, dispuesto a trabajar de cualquier cosa. Estuvo 7 meses como bachero en un restaurante, y luego se inscribió en Uber. Pero no tenía auto propio ni licencia de conducir válida. Comenzó a alquilar un auto, y tenía que manejar más de 10 horas por día para que le quedara algo en el bolsillo. Alguien le habló de Nippy y se bajó la aplicación. «Así pude comprar mi propio auto con financiación. Después me hice una cartera de clientes y comencé a depender cada vez menos de la aplicación para trabajar», cuenta. Hoy tiene su propio emprendimiento, «Todo viajes Argentina» y con él trabajan siete choferes más. Hacen traslados de personas y fletes a todo el país, un negocio que creció a partir de las restricciones que impuso la pandemia para tomar transporte público. Historias como la de César, uno de los primeros usuarios de Nippy, muestran que la mejor forma de generar un impacto positivo en la calidad de vida de los migrantes es mejorar sus condiciones y darles acceso a herramientas de trabajo.Te puede interesar La startup cordobesa competirá en noviembre con otras 100 de diversos países por un premio de u$s1 millón en premios en efectivo y u$s75 millones en apoyo en especies.

Una plataforma ayuda a migrantes que trabajan en aplicaciones

Medio: Redacción | Ver original Nippy es una plataforma que conecta a los migrantes que trabajan para aplicaciones móviles de delivery y mensajería, entre otras, con servicios y oportunidades como acceder a la bancarización o a una bicicleta eléctrica. En Buenos Aires, tres de cada cuatro trabajadores de estas plataformas son migrantes. Trabajar desde una aplicación móvil es una alternativa llamativa para quien necesita ingresos de forma inmediata. Ya sea para entregar pedidos o trabajar de chofer, las opciones están al alcance de un teléfono móvil. Mientras logra adaptarse al país al que ha llegado, la población migrante encuentra en ellas una forma de sustento. Sin embargo, la precarización de este tipo de trabajo es también una realidad bastante extendida. En Córdoba surgió una plataforma que aspira a solucionar algunos de los problemas de los migrantes que trabajan en estas plataformas. Se llama Nippy y junto a otra start-up, Drixit, representará a la Argentina en la Copa Mundial de Emprendedores 2021. ¿Por qué es importante crear soluciones para las personas que trabajan en aplicaciones móviles? Porque cada vez son más y lo necesitan: no hay nadie que esté atendiendo las carencias que enfrentan estos trabajadores. Es lo que pensó Diego Amondaray, CEO de Nippy. “La idea surgió luego de una conversación que tuve con Luis Sequea, un venezolano que en ese momento recibía ingresos a través de Uber. Me contó su vida y entendí que existía una masa de personas que habían migrado de forma forzosa, que habían dejado todo para tener un futuro mejor y que ahora buscaban oportunidades”, cuenta Amondaray. Esa conversación, que se dio en 2018, culminó con un proyecto que se asemejaba a una tienda de empleo y que conectaba a las personas migrantes con oportunidades de trabajo. Con el tiempo y la comprobación de que esas personas ya estaban trabajando en las aplicaciones, la idea mutó hasta convertirse en lo que es hoy. Diego Amondaray es el CEO de Nippy. (Imagen: gentileza) Según la Organización Internacional de Trabajadores (OIT), estamos frente a una de las mayores transformaciones del mundo laboral, en referencia a estas nuevas plataformas que intermedian entre la oferta y la demanda de diversos productos y servicios, que organizan una legión de trabajadores independientes. Esta independencia, que suele ponerse muy entre comillas y relativizarse por las condiciones en que se da la relación con las grandes plataformas, les resta la posibilidad de tener beneficios laborales que sí se obtienen en otros trabajos. Algunos problemas frecuentes tienen que ver con el acceso a la documentación, a seguro médico para familiares, a créditos o incluso a oportunidades de estudio. En octubre de 2020, la OIT publicó un informe donde se explica que la mayor presencia de las plataformas de reparto en Argentina coincidió con la llegada de un fuerte flujo de migrantes procedentes de Venezuela, que en muchas ocasiones encontraron en las aplicaciones del delivery una primera opción laboral al llegar al país. Hoy día hay alrededor de 4,6 millones de migrantes provenientes de Venezuela en países de América Latina, unos 500 mil están en Chile y cerca de 150 mil en la Argentina. De acuerdo con la encuesta que realizó la OIT en la Ciudad de Buenos Aires, el 63,6 % del total de trabajadores de reparto son de Venezuela y, si se suman otros países de origen como Colombia y Perú, el porcentaje de trabajadores migrantes sube a 76,2 %. Otro dato importante es que la mitad de trabajadores vinculados a las plataformas digitales dijeron que tomaban esta opción ante la imposibilidad de encontrar otro empleo. Durante la pandemia, al ser considerado como un trabajo esencial, siguió siendo una fuente importante de ingresos para la población migrante. Las plataformas de reparto y mensajería son una de las principales fuentes de trabajo de los migrantes jóvenes. (Imagen: gentileza) Entre las ventajas que manifiestan los trabajadores de plataformas digitales se encuentran la flexibilidad horaria y que la remuneración es mayor a la de otros trabajos disponibles. Pero para lograr ese ingreso hace falta dedicarle muchas horas al trabajo. En ese punto entra Nippy. Dylan Sánchez llegó a la Argentina en mayo de 2018 y a los tres meses empezó a trabajar en Rappi. “Los resultados fueron muy rápidos”, dice. Una de las cosas que él aprecia de la modalidad de trabajo es la flexibilidad en el horario. En 2020, Dylan recibió a través de Nippy una bicicleta eléctrica . ¿Cómo funciona? La plataforma responde a necesidades puntuales de personas migrantes que trabajan en aplicaciones. “Lo que hacemos es conectarlas con oportunidades en distintas apps, para que puedan registrarse y empezar a trabajar, y después los pasamos al sistema de beneficios”, explica Amondaray. En esta primera instancia, los beneficios son herramientas de trabajo, como la bicicleta eléctrica de Dylan, planes de telefonía ―los datos móviles son fundamentales en su trabajo― y asesoramiento contable y migratorio, para que los usuarios puedan, por ejemplo, sacar el monotributo u otros trámites necesarios para su regularización en el país. “La bicicleta eléctrica aumentó mis ganancias, redujo mi cansancio, me dio tiempo en casa… ha sido lo mejor que me ha pasado en el último año y medio”, cuenta Dylan. Los servicios de Nippy apuntan a resolver los conflictos del trabajo precario y, a la vez, los relacionados con la condición de migrante. (Imagen: gentileza) Para Amondaray, el surgimiento de un servicio como Nippy “es inevitable”, porque el crecimiento imparable de las plataformas abre a su vez muchos espacios de conflictos. “Pensamos en ese trabajador que pasa a generar tres veces un salario mínimo vital y móvil está excluido del sistema financiero y lo solucionamos”, concluye. Encontrar ese nicho le ha significado a Nippy grandes reconocimientos. Además de competir en la Copa Mundial de Emprendedores 2021, fue una de las iniciativas reconocidas por Hola Argentina, un programa de Ashoka con el apoyo de la Organización Internacional de Migraciones (OIM), que nace con el objetivo de mapear y apoyar iniciativas innovadoras de alto impacto social que estén buscando dar respuesta a los desafíos y situaciones complejas que enfrentan las personas migrantes en

Nippy busca mejorar las condiciones laborales de los repartidores

Medio: La Nación | Ver original “En 2018, con mi pareja, Florencia Moroni, conocimos a Luis Esqueda, un inmigrante venezolano que era repartidor. Él nos contó las condiciones en las que trabajaba y cómo luchaba todos los días para poder ganar algo de dinero. Pero más allá de conmovernos con su historia personal, vimos el espíritu de superación y las ganas de progresar. Por eso decidimos ayudar a Luis y a todos los inmigrantes que estaban en la misma situación”, cuenta Diego Amondaray uno de los fundadores de Nippy. Así fue como esta pareja creó su primera empresa: una tienda de empleos con oportunidades de trabajo para repartidores. “Veíamos en este tipo de trabajos una puerta de entrada para los recién llegados al país”, agrega. Pero en 2019 decidieron escalar su modelo de negocio porque observaron que este segmento necesitaba, además, protección. “Muchos de estos trabajadores no tenían acceso a la bancarización, ni obertura de salud e incluso estabantotalmentedesprotegidosante problemaslegales.asínaciónippy. Hoy nuestro foco se encuentra en mejorar las condiciones laborales de las personas que trabajan en las plataformas de delivery”, señala el CEO de esta empresa. Al ver cómo se concretaba su idea los fundadores cordobeses decidieron dejar sus respectivos trabajos y dedicarse, por completo, a su empresa. “Florencia es docente y yo abogado”, cuenta este emprendedor. Hoy, a través de su compañía les ofrecen a los repartidores créditos para acceder a bicicletas o motos eléctricas, cobertura de salud, descuentos exclusivos, asesoría legal e, incluso, están generando acuerdos para comenzar a brindar garantías propietarias. “Es que muchos de estos trabajadores son migrantes y no tienen cubiertas estas necesidades básicas. Por suerte, en el camino nos topamos con organizaciones como Ashoka y Cippec, que a través de sus programas de aceleración de startups validaron nuestro proyecto y nos ayudaron a financiarlo”, explica Amondaray. Crecer en pandemia A pesar de su reciente nacimiento –y pandemia de por medio– esta startup ya opera en tres países: Argentina, Chile y Uruguay. Y, según el plan de negocio, quieren expandirse y llegar a 30 países en los próximos dos años. Además, han realizado alianzas con diferentes compañías para poder ayudar a más trabajadores. “Uno de los primeros acuerdos que logramos fue con Glovo, que nos enseñó mucho de cómo se manejaba el negocio de las apps de última milla en la región, pero el disparador fue cuando leímos un artículo del académico español Albert Cañigueral en donde describía la figura de los workertech, trabajadores que se desempeñan en la economía de las plataformas. Nos sentimos muy identificados y nos contactamos con él para contarle nuestra idea. Justamente fue Cañigueral quien nos puso en contacto con Cippec para que escalemos nuestro proyecto”, relata el CEO. Actualmente Nippy tiene dos segmentos: un área de negocios corporativa a través de la cual generaron acuerdos regionales con Rappi, Glovo, Pedidos Ya, Uber y Beat, entre otras plataformas de delivery. “En este caso somos un vehículo legal entre estas compañías y los trabajadores, les solucionamos los conflictos laborales. Mientras que la segunda unidad de negocios está enfocada en mejorar las condiciones de trabajo de riders y drivers. Además de los beneficios mencionados queremos inaugurar Nippy Centers, donde los repartidores puedan descansar, comer, utilizar los baños y varios servicios más”, adelanta Amondaray. ¿Cómo se utiliza? Esta aplicación se descarga y al empezar a utilizarla los trabajadores pueden elegir el beneficio al que quieren acceder. “Estamos en una etapa inicial del modelo de negocio, donde se generan nuevos servicios en base a las necesidades que observamos. Además, queremos desarrollar un sistema de membresía que represente menos del2% del ingreso de los riders y drivers. A través de este fee ellos podrán acceder a todos nuestros beneficios. En nuestra plataforma estamos ofreciendo, por ejemplo, un plan de telefonía, con valores que son hasta un 60% más económicos de los que se ofrecen en el mercado”, explica el CEO de este emprendimiento. Buenos resultados Nippy refleja números positivos desde su nacimiento. ¿A qué atribuirlo? El fundador visualiza varios factores cuando habla de las razones de este crecimiento. Por un lado, el impulso que tomaron las aplicaciones de última milla y las plataformas de drivers, en plena cuarentena obligatoria. Pero también destaca que estas empresas se nutren de otro fenómeno que se viene desarrollando de antes de la pandemia que es el movimiento migratorio más grande de la historia de la región: el éxodo venezolano. “Solo entre Argentina y Chile hay más de 900 mil venezolanos. Y casi el 80% de los trabajadores de las aplicaciones de última milla son inmigrantes. Hay un mercado potencial en la región de más de 4 millones de inmigrantes, por eso concebimos a Nippy como una compañía regional. Hoy operamos en Chile, Argentina y Uruguay, próximamente desembarcaremos en Paraguay y esperamos estar presentes en 15 países en un año”, cuenta Amondaray. Actualmente Nippy emplea a 15 personas, y van a terminar el primer año con una facturación de US$1 millón. Mientras que la proyección es alcanzar los US$6 millones durante el segundo año de operación. Este proyecto demandó una inversión inicial de US$500.000. El plan es realizar, en diciembre, una ronda de inversión para levantar capital que les permita acelerar el proceso de crecimiento regional de la compañía. “Nuestras proyecciones de market share las hacemos siempre sobre el universo de más de 4 millones de inmigrantes que trabajan en la economía de plataforma. Actualmente tenemos un share del 1%, esperamos terminar el segundo año duplicando esa participación, y el tercero año queremos alcanzar el 7,5%”, detalla el emprendedor. El fundador de Nippy además adelantó que en sus planes figura la apertura de dos centros: uno en el barrio porteño de Palermo, y otro en Montevideo, Uruguay. Cintia Perazo

Nippy Latam desembarca en Uruguay y será la primera empresa en brindar beneficios a los riders y drivers locales

Medio: Mundomarketing.com | Ver original Desde setiembre del 2020, en un año y un mercado muy desafiante, la empresa argentina, se instaló en Uruguay, generando más y mejores condiciones laborales para los riders del Uruguay. Proyecta la apertura de un Nippy Center en Montevideo Nippy es una empresa argentina, creada y fundada en setiembre del 2020, en plena pandemia del Covid-19. Contó con una inversión inicial de U$$ 500.000, pero se espera que, a finales de su primer año de operación facturará cerca del millón de dólares. El usuario, lo único que debe de hacer, es descargar la app en su celular desde el Google Play Store o el Apple Store y registrase para ser parte de una gran comunidad en crecimiento. “Nos encontramos con un segmento de trabajadores desprotegidos, que estaban ansiosos de poder recibir beneficios básicos para cualquier otro trabajador. Detectamos que, como consecuencia del mayor movimiento migratorio de la historia de la región, más del 80 son migrantes con grandes necesidades, en su gran mayoría ni siquiera están bancarizados”, afirmó Diego Amondaray, CEO y Co-founder de Nippy. Además, subrayó que “el diferencial que Nippy ofrece es que les ofreces beneficios como si estuvieran bajo relación de dependencia, queremos mejorar no solo sus condiciones laborales sino también generar un impacto positivo en su calidad de vida. Antes de fin de año se inaugurará el primer Nippy center, donde los riders podrán descansar, ir al baño, calentarse la comida, tener un servicio mecánico para bicis y /o motos”. El primer Nippy Center se inaugurará en Montevideo, y está en los planes un segundo centro en el departamento de Maldonado”. Diego Amondaray, Chief Executive Officer, Co-Founder, señaló que ““Nippy es una gran oportunidad para todos los riders uruguayos. Tenemos acuerdos firmados con las principales aplicaciones de última milla, y apostamos a seguir creciendo. Nosotros nos encargamos de la captación y de la capacitación de los riders. Es decir, es un negocio B2B. Nippy tiene muchos beneficios para los riders, entre los que se destacan créditos para acceder a las bicicletas y motos eléctricas, asesoría legal, garantías para acceder a alquileres, y asesoría financiera”. Hoy en día Nippy se encuentra en Argentina, Chile y Uruguay, pero apuesta a que, a fines del 2022, tenga presencia en 15 países de Sudamérica, para luego llegar al mercado europeo. Diego Amondaray, en tal sentido señalo que “en diciembre buscaremos fondos de inversión. En 2-3 años apostamos a duplicar y poder tener presencia en 30 países. Llegar a centro América y México y en el 4to año llegar a Europa. Creemos que va a ser una startup sumamente útil y beneficiosa para los uruguayos.” En lo que respecta al mercado uruguayo, Amondaray afirmó que “apostamos a generar aproximadamente 20 puestos de trabajo en Uruguay”.

Migrantes en Argentina: los problemas y desafíos que enfrentan

Medio: Redacción Lado B | Ver original En nuestro país hay más de 2 millones. La burocracia para regularizar su situación migratoria, dificultades para obtener un trabajo, acceder al sistema financiero y conseguir vivienda son solo algunos de los inconvenientes que deben sortear. Ante tantos obstáculos hay organizaciones públicas, privadas y de la sociedad civil que trabajan para darles una mano. César Poleo Marcano tiene 33 años y una risa fácil que atraviesa su relato. Él, su esposa y sus dos niños llegaron a Buenos Aires a mediados de 2018. Atrás habían dejado Isla Margarita, Venezuela, donde vivían y trabajaban. Allí, César llevaba la contabilidad de una empresa de transporte. Ya en Argentina, el principal problema que debieron afrontar, reconoce César, fue: “Reglamentar nuestra situación en el país y convalidar títulos que tenía de formación en el sector del transporte. Y luego, claro, el de un trabajo que me permitiera vivir”. “Cuando llegás —sigue César— todo es nuevo, tenés que hacer trámites en lugares que no conoces y te piden documentos que no sabés dónde conseguir. No hay nadie que te explique qué es la AFIP ni dónde encontrarla, ni qué era la SUBE, cómo funciona y cómo conseguirla”. Los desafíos que marca César se repiten en mayor o menor medida en casi todos los migrantes que llegan a nuestro país, según un informe de Hola Argentina, una iniciativa de Ashoka y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) que nace con el objetivo de mapear y apoyar iniciativas innovadoras que busquen dar solución a los desafíos y situaciones complejas que enfrentan las personas migrantes en Argentina. Vale aclarar que en Argentina, según dicho informe, hay más de 2 millones de personas migrantes. Es decir, representan el 5,1% de la población total. Mientras que las nacionalidades con mayor cantidad de radicaciones otorgadas entre 2018-2020 fueron (en el siguiente orden): venezolana, paraguaya, boliviana, colombiana, peruana, brasileña, ecuatoriana, chilena, uruguaya, china y estadounidense. Y que 95% de esas personas se radican en áreas urbanas, siendo el AMBA la mayor zona de concentración. Si bien Argentina ha sido destacada por estudios internacionales como uno de los países más amigables del mundo con los refugiados, son varios los desafíos que deben enfrentar los migrantes al querer instalarse en el territorio nacional. En el informe Innovación Social para las Migraciones producido por Hola Argentina se identificaron siete problemáticas, que en su mayoría se vieron intensificadas con la pandemia: La regularización migratoria, que se destaca como un proceso burocrático que se ha ido complejizando en los últimos años por temas de tecnología y accesibilidad, así como costos elevados y demoras de respuesta, entre otros. La inserción laboral, que muestra una proporción alta de personas con trabajos informales o en situación de irregularidad. Las dificultades para ingresar al sistema financiero es otro de los temas que destacan las personas migrantes, focalizándose en la poca oferta de oportunidades de ahorro y crédito, así como la falta de capacitación financiera de la que se disponen. El acceso a la educación, que varía dependiendo el nivel del sistema educativo en el que deba incluirse la persona migrante y su capacidad económica. También se resaltan las dificultades en los procesos de convalidación de estudios universitarios. El acceso a la salud; en su mayoría los migrantes usan el sistema público, ya que el privado suele estar asociado a un trabajo formal del que muchos no disponen. Conseguir vivienda les resulta complejo debido a los requisitos propios de los procesos de alquileres, que implican recaudos que muchos migrantes no pueden cubrir. El racismo, la discriminación, la xenofobia y los prejuicios aún persisten y son frecuentes sobre todo hacia las comunidades afrodescendientes. Cómo la pandemia agudizó la crisis de las personas refugiadas en Argentina y qué podemos hacer para ayudarlas Teniendo en cuenta estas dificultades es que Hola Argentina relevó más de 40 iniciativas de organizaciones públicas, privadas y de la sociedad civil que buscan dar una solución a estos problemas. A continuación algunos ejemplos. Acompañar a los migrantes a regularizar su situación Dylan Yánez es venezolano, tiene 34 años y llegó al país en mayo de 2018. “En junio tuve la precaria, porque mi hermana —que había llegado antes— me asesoró y saqué el turno para tramitarla antes de salir de Venezuela”, cuenta Dylan en relación a un tipo especial de residencia que otorga el Estado argentino para vivir temporalmente en el país, y que habilita para residir, estudiar y trabajar legalmente hasta obtener la residencia definitiva.     Pero no todos los migrantes tienen a alguien que los asesore antes de llegar. Y “si bien la normativa argentina es explícita en cuanto a los términos para ingresar y permanecer en Argentina, en la realidad los migrantes se chocan con varios limitantes del tipo burocrático al momento de acudir a la Dirección Nacional de Migraciones para iniciar los trámites”, destaca el informe de Ashoka y OIM. De hecho, Giuliana Guzzo, que forma parte del equipo del programa Acompañamiento Migrante , explica que la mayor cantidad de pedidos que reciben “son por regularización migratoria, que es un derecho fundamental porque sin eso no pueden hacer nada”. Buscando subsanar esa dificultad, entre otras, es que en marzo de 2019 nació Acompañamiento Migrante, un programa del Centro de Estudios y Desarrollo de Políticas Públicas INTEGRAR, que tiene como propósito acompañar y asesorar de forma integral y gratuita a personas migrantes y solicitantes de refugio que estén en tránsito o residan en Mendoza.   En Argentina, desde 2018, sigue Giuliana: “Los trámites de migración se hacen a través del sistema informático RADEX, que requiere tener un usuario, un mail y acceso a Internet. Además, está solo en español y no cuenta con asistencia presencial. Esto conduce a errores en la carga de documentación y para poblaciones como la haitiana o senegalesa es muy complejo porque suelen no manejar bien el español. En cambio, una política pública debería ser accesible a cualquier ciudadano”. El programa Acompañamiento Migrante asesoró a más de 70 personas o familias de distintas nacionalidades con problemas de regularización migratoria; rechazos o detenciones en frontera; reunificación familiar

Desde ahora los riders no están solos (llegó Nippy a UY para acompañar la comunidad de trabajadores)

Medio: Infonegocios | Ver original Hoy todos escucharán un nuevo nombre asociado a las apps de deliverys: Nippy, la primera plataforma para riders en Uruguay cuyo principal objetivo es “impactar positivamente en esa enorme comunidad de trabajadores independientes y migrantes que se desarrolla en la economía de plataformas”, como dijo a InfoNegocios el fundador y CEO de esta startup tecnológica, Diego Amondaray, quien en nuestro país ya ha celebrado acuerdos comerciales con Rappi, mientras que en Argentina y Chile Nippy ya opera con Rappi, Beat y Uber. Si bien esta startup de base tecnológica cuya app se desarrolló a través de una software factory uruguaya, sus primeros pasos los hizo en Argentina, más precisamente en Córdoba. Desde allí, su fundador y CEO, Diego Amondaray, saltó con Nippy primero a Buenos Aires, luego a Santiago de Chile y ahora, a Montevideo, donde hoy -en Sinergia Design como escenario- se presentará oficialmente para mostrar que su objetivo es estar cerca de los riders. “Nippy nace primero como un proyecto social para migrantes trabajadores de plataformas digitales, cuya forma de organizar el marcado laboral tiene un planteo construido en torno a relaciones intermitentes entre los trabajadores y sus empleadores”, dijo Amondaray, agregando que en este marco lo que se hizo “fue adaptar el proyecto inicial y crear una solución de mercado para acompañar e impactar positivamente en esa enorme comunidad de trabajadores independientes y migrantes que se desarrolla en la economía de plataformas”. Según el fundador y CEO de Nippy, en un primer sondeo que hicieron en marzo de 2020, solamente en Uruguay había 3753 personas interesadas en ingresar a Rappi como drivers -cuya flota ronda los 550 repartidores- pero a través de Nippy, “porque entendieron rápidamente que lo que hacemos es brindar soluciones a los problemas de los trabajadores independientes, generando mejores condiciones y oportunidades, entregando beneficios relevantes, como los que tradicionalmente son parte de cualquier otro trabajo asalariado”. Para Amondaray el tema central pasa por ofrecer seguro de salud, financiamiento en movilidad eléctrica, asesoramiento contable, descuentos en telefonía móvil, indumentaria de trabajo, seguros. Es decir, como remarca Amondaray, “Nippy es inevitable”, primero porque la pandemia aceleró la demanda laboral en plataformas digitales, pero fundamentalmente porque en Latinoamérica -hacia donde la plataforma piensa crecer en los próximos años- los índices de informalidad, desprotección social y desempleo son muy altos. “Las cifras de trabajadores independientes y migrantes, en la modalidad de riders, va en aumento y es necesario atender sus necesidades, mejorar su calidad de vida”, sostuvo Amondaray, agregando que “quizá no sea el caso de Uruguay, pero en la región hay una nueva plataforma de delivery por mes, lo cual genera más y más trabajadores”.“Es más -apuntó el CEO de Nippy-, en Latinoamérica hay cerca de 4 millones de trabajadores de plataformas, con un ingreso promedio mensual entre US$ 800 y US$ 1.600. En Argentina, un trabajador de Uber debe estar alcanzando un ingreso de US$ 1.000”. Lo que concretamente hará Nippy en Uruguay en una primera etapa es ofrecer un modelo de membresía -gratuito- mediante el cual se brinda acceso a todos los servicios y beneficios que los riders necesitan para hacer su tarea dentro de las plataformas. “La idea es desembarcar con esto y ofrecer mediante un sistema de leasing la herramienta fundamental para trabajar, que en este caso pueden ser autos, motos, bicicletas convencionales o eléctricas”, dijo a Amondaray, agregando que más adelante, entre julio y agosto, se estará instalando en Montevideo un Nippy Center, “un espacio de encuentro para la comunidad Nippy donde puedan hacer base, descansar, recargar sus equipos, etcétera”. Entre los diferentes logros obtenidos hasta el momento, Amondaray no quiso dejar pasar el hecho de que Nippy fue seleccionado por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento, financiado por BID LAB y seleccionado para el programa Scale-Up de Endeavor 2021 para aceleración, entre otros avances.